Las asociaciones de conservación de la naturaleza de Valladolid denuncian la sobreexplotación agrícola, por segundo año consecutivo, del río Cega a su paso por la provincia de Valladolid, así como la negligente actuación de las administraciones competentes en la gestión del agua (Confederación Hidrográfica del Duero) y en la conservación de los elementos naturales de río (Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León)
Por segundo año consecutivo año las
asociaciones de conservación de la naturaleza de Valladolid ( Asociación
Garrápinos, Asociación para la Conservación y Estudio de la Naturaleza de
Valladolid y Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono de
Valladolid) denunciamos que el cauce del
río Cega aparece seco en el tramo inmediatamente superior a la presa de El
Cardiel, en la provincia de Valladolid,
evidenciando la sobreexplotación de caudales para el riego agrícola, así como
la dejación de funciones por parte del organismo de cuenca (CHD), que está
obviando el Real Decreto
legislativo 1/2001, de 20 de julio de 2001 o texto refundido de la Ley de
Aguas, que contempla, explícitamente, la necesidad de armonizar el uso del
recurso agua con la conservación del medio ambiente, indicando la obligación,
por parte de los organismos de cuenca, de mantener un caudal ecológico, por
encima del uso para riego.
El cauce
del río Cega se encuentra nuevamente totalmente seco y reducido a una serie de
encharcamientos donde los peces se hacinan muriendo por déficit de oxígeno. La
situación evidencia un nuevo episodio de sobreexplotación de caudales por parte
de las numerosas explotaciones agrícolas que extraen agua de los acuíferos que
nutren el cauce del río.
Nuevamente
el organismo de cuenca, la Confederación Hidrográfica del Duero, ignora el
mantenimiento de los caudales ecológicos establecidos por el propio organismo y
permite la extracción de agua para riego cuando los caudales se sitúan por
debajo de dicho caudal ecológico, poniendo de manifiesto el más absoluto
desprecio por la conservación de ecosistema fluvial por parte de dicha administración,
que antepone el uso privativo del agua frente a la conservación del
patrimonio público. La sobreexplotación de caudales para riego agrícola
provoca la ausencia de agua en superficie y la ruptura de continuidad
longitudinal del cauce, provocando la muerte de las especies piscícolas de los
tramos afectados, que aun no se han recuperado de la mortandad ocurrida el pasado
mes de julio de 2015. En el día de ayer se estaba produciendo la muerte de
decenas de peces, la mayoría de ellos pertenecientes a la especie barbo común (Luciobarbus
bocagei), endémica de la península ibérica, mientras que otros muchos
ejemplares yacían muertos a las orillas de los escasos encharcamientos donde se
hacinaban.
Recordamos
una vez más que el caudal ecológico, establecido por la propia CHD, se sitúa,
para situación normal en 0,28 m3/s, y para situación de sequía, en 0,14 m3/s. El
pasado 22 de julio se registra un caudal por debajo de este límite (0,12 m3/s).
A partir de esa fecha el caudal sufre variaciones, situándose definitivamente
por debajo del límite establecido a partir del día 5 de agosto. A pesar de que
estos datos están disponibles en la propia página web de la CHD, el organismo
de cuenca no restringe los riegos, provocando la situación actual de sequía del
cauce y muerte de fauna piscícola.
Si el año
pasado la CHD alegaba las inusuales condiciones climatológicas para justificar la
sequía del río, esta primavera se cita como una de las más lluviosas de los
últimos años, lo cual pone aun más en evidencia que son los riegos abusivos de
la zona los causantes de tales situaciones de sequía total.
También hay que recordar que la zona está catalogada como Lugar de
Interés Comunitario (LIC), actualmente Zona de Especial Conservación (ZEC)
dentro de la RED NATURA 2000, LIC-ES4180070 Riberas del Cega, cuya gestión es
competencia de la Consejería de medio Ambiente de la junta de Castilla y León,
a través de su Delegación Territorial en Valladolid. Obviamente, esta
administración también está ignorando su responsabilidad como ganarte de la
conservación de las especies y ecosistemas, en este caso del tramo afectado.
Las
asociaciones firmante lamentan, asimismo, que tengan que ser las propias ONGs,
que se financian únicamente con las cuotas de sus asociados y las donaciones de
particulares, las que tengan que realizar la labor que deberían estar
realizando los funcionarios de la CHD y de la Consejería de medio Ambiente,
organismos públicos que cuentan con presupuestos de millones de euros, sin ser
capaces de tan siquiera de vigilar la evolución de los caudales y de evitar
situaciones de sequía total del cauce y la consecuente muerte de fauna piscícola.
Insistimos en recordar que El Real Decreto legislativo 1/2001, de
20 de julio de 2001 o texto refundido de la Ley de Aguas, contempla la
necesidad de armonizar el uso del recurso agua con la conservación del medio
ambiente. En el artículo 59.7 se especifica que "los caudales
ecológicos o demandas ambientales no tendrán el carácter de uso... debiendo
considerarse como una restricción que se impone con carácter general a los
sistemas de explotación... Los caudales ecológicos se fijarán en los planes
hidrológicos de cuenca. Para su establecimiento, los organismos de cuenca
realizarán estudios específicos para cada tramo de río".